Prensa Infocentro Carabobo / Isaac Esqueda.- En el corazón del Infocentro Buenaventura, ubicado en el municipio Carlos Arvelo del estado Carabobo, se ha tejido una historia de aprendizaje y superación. Un grupo de estudiantes con discapacidad funcional del T.E.L. Carlos Sanda Pérez se sumergieron en el fascinante mundo de la robótica, participando en un taller que despertó su curiosidad y creatividad. La construcción de un robot tanque con brazo robótico se convirtió en el vehículo para impulsar sus habilidades técnicas y su pasión por la innovación.
Este taller, más que un simple encuentro, representa un paso audaz hacia la inclusión y el empoderamiento. Al brindar a jóvenes con discapacidad la oportunidad de explorar la robótica y la programación, se abren puertas hacia un futuro donde la tecnología es una herramienta para construir sueños y derribar barreras. La experiencia en el Infocentro Buenaventura va más allá de lo académico; es un espacio donde la confianza se fortalece y el espíritu de colaboración florece.
Durante las sesiones, los estudiantes no solo ensamblaron un robot, sino que también tejieron lazos de amistad y compañerismo. Trabajando en equipo, compartieron ideas, superaron desafíos y celebraron cada logro. La robótica se convirtió en un lenguaje universal que trascendió las limitaciones y potenció sus capacidades individuales. Cada pieza colocada, cada cable conectado, representó un avance en su camino hacia la autonomía y el desarrollo personal.
La iniciativa del Infocentro Buenaventura refleja un compromiso profundo con la educación inclusiva y el acceso a la tecnología para todos. Al proporcionar herramientas y conocimientos, se está construyendo un futuro donde la diversidad es un valor y el talento no tiene límites. Este tipo de experiencias no solo transforman la vida de los estudiantes, sino que también inspiran a toda una comunidad a creer en el poder de la innovación y la igualdad de oportunidades.
El taller de robótica en el Infocentro Buenaventura es un testimonio de que la tecnología puede ser un puente hacia un futuro más brillante y un motor para el desarrollo integral de las personas. La pasión y el entusiasmo de los estudiantes son el mejor ejemplo de que la discapacidad no define los límites, sino que impulsa a encontrar caminos creativos para alcanzar metas y construir un mundo donde todos tengan la oportunidad de brillar.