Prensa Infocentro Portuguesa / Yubetzy Perozo.- En un mundo cada vez más digitalizado, la Fundación Infocentro ha tomado la iniciativa de preparar a las nuevas generaciones venezolanas para los desafíos y oportunidades del siglo XXI. Con la creación del Núcleo de Robótica Educativa, Infocentro no solo se enfoca en el futuro, sino que reconoce la tecnología como una herramienta esencial para el presente. Este espacio es más que un simple centro de aprendizaje; es un lugar donde los jóvenes descubren su potencial y se convierten en protagonistas de la innovación, construyendo un puente entre sus sueños y el desarrollo del país.
Desde el corazón del municipio Guanare, en el estado Portuguesa, se ha tejido una historia de compromiso y dedicación. Bajo la guía de los facilitadores Miguel Guedez y Víctor Andrade, y la coordinación de Elvira Guedez, este núcleo ha logrado un impacto significativo en la comunidad. Su trabajo colaborativo ha hecho posible que jóvenes con ganas de aprender se sumerjan en el fascinante mundo de la programación y la robótica, demostrando que la pasión y el esfuerzo pueden transformar realidades y abrir puertas a un sinfín de posibilidades.
Recientemente, el fruto de este esfuerzo conjunto se hizo tangible cuando doce jóvenes entusiastas recibieron su certificación en programación de robótica. Más allá de un simple diploma, esta certificación representa un reconocimiento a su arduo trabajo y a su capacidad para dominar habilidades complejas. Para cada uno de ellos, este logro es un escalón hacia adelante, un paso firme en su camino para convertirse en líderes tecnológicos que, en un futuro no muy lejano, podrán aplicar sus conocimientos para solucionar problemas y crear soluciones innovadoras en diversas áreas de la sociedad.
La formación en robótica educativa es una herramienta poderosa que va mucho más allá de la simple programación. Permite a los jóvenes desarrollar el pensamiento crítico, la lógica y la creatividad de una manera práctica y divertida. A través de la construcción y programación de robots, aprenden a resolver problemas de forma estructurada, a trabajar en equipo y a perseverar frente a los desafíos. Este tipo de aprendizaje práctico no solo les enseña sobre ciencia y tecnología, sino que también fomenta valores como la disciplina, la colaboración y la resiliencia, habilidades clave para cualquier carrera profesional que elijan.
La Fundación Infocentro reafirma su compromiso con el futuro de Venezuela al invertir en la robótica educativa. Al proporcionar estos espacios de formación, no solo están equipando a los jóvenes con conocimientos técnicos, sino que están encendiendo una chispa de curiosidad y de pasión por la innovación. Cada robot que construyen, cada línea de código que escriben, es un ladrillo más en la edificación de un futuro prometedor y lleno de oportunidades para el país. Es un recordatorio de que, con las herramientas adecuadas y el apoyo necesario, el potencial de la juventud venezolana es ilimitado.
