Prensa Infocentro Distrito / Gleidy Rivas.- El Infocentro «Casa del Obrero» se transformó en un vibrante epicentro de aprendizaje y creatividad, albergando un emocionante Taller de Iniciación a la Robótica Educativa. Durante estos cuatro días, 13 adolescentes con edades comprendidas entre los 14 y 18 años se embarcaron en una aventura tecnológica que despertó su curiosidad y les abrió las puertas a un universo de posibilidades. Este evento no fue solo una actividad formativa, sino una experiencia que les permitió a los jóvenes explorar un campo que está moldeando el futuro del trabajo y la innovación.
El taller fue meticulosamente diseñado con el objetivo principal de fomentar la curiosidad científica y tecnológica entre los participantes. El programa académico fue bastante completo, abarcando pilares fundamentales como la robótica educativa, la electricidad, la electrónica y la programación. A través de la combinación de teoría y práctica, los jóvenes pudieron comprender cómo los conceptos abstractos se materializan en proyectos funcionales. Esta metodología de aprendizaje activo les brindó las herramientas necesarias para no solo entender la tecnología, sino para convertirse en creadores y no solo en consumidores pasivos.
La robótica educativa juega un papel crucial en el desarrollo de habilidades del siglo XXI. En este taller, los jóvenes no solo aprendieron a armar y programar robots, sino que también desarrollaron el pensamiento lógico y la capacidad de resolución de problemas. Este enfoque práctico les permite enfrentar desafíos de manera estructurada, una habilidad invaluable que trasciende el ámbito tecnológico. Al experimentar con el ensayo y error, los adolescentes fortalecieron su resiliencia y su perseverancia, cualidades esenciales para cualquier camino profesional que elijan seguir.
Más allá de las destrezas técnicas, la importancia de la robótica educativa radica en su potencial para estimular la creatividad y el trabajo en equipo. Durante el taller, los participantes colaboraron para resolver problemas complejos, aprendiendo a comunicarse y a valorar las ideas de los demás. Esta dinámica de grupo es fundamental para prepararlos para un mundo laboral que cada vez demanda más colaboración interdisciplinaria. De esta manera, el taller no solo formó futuros ingenieros o programadores, sino también pensadores críticos y colaboradores efectivos.
En última instancia, este programa va mucho más allá de la adquisición de conocimientos técnicos. Se trata de inspirar a la próxima generación de innovadores y de mostrarles que tienen el poder de crear, de diseñar y de impactar positivamente su entorno. La robótica educativa es una herramienta poderosa para empoderar a niños, niñas y adolescentes, dándoles la confianza para explorar sus talentos y perseguir sus pasiones. El taller en el Infocentro «Casa del Obrero» es un claro ejemplo de cómo la inversión en la educación tecnológica puede sembrar las semillas de un futuro más brillante y tecnológicamente avanzado.



